ALUMINOSIS O CEMENTO ALUMINOSO
A causa de padecerlo, el hormigón pierde volumen, se vuelve más poroso y va perdiendo su resistencia mecánica. Esto lo hace más vulnerable a la humedad y, por ende, la zona interior de las vigas queda expuesta. Resumiendo, el verdadero riesgo del cemento aluminoso es estar en contacto con el agua ya que es en ese caso cuando se deteriora drásticamente… Pudiendo producir un deterioro en los edificios que lo padecen y perjudicar la estabilidad del mismo, y aunque esta no es la única patología que afecta al hormigón, es una de las más graves, ya que puede llegar al punto en el que se tenga que evaluar si es viable o no la permanencia de la edificación por riesgo de derrumbamiento.
¿Cómo podemos detectar aluminosis?
Es importante detectar esta patología lo antes posible de cara a poder conseguir una reparación eficaz. Para ello, es básico contar con inspecciones técnicas periódicas que nos garanticen que el hormigón está en perfectas condiciones.
Si hay alguna posibilidad de que podamos estar frente a un hormigón con esta lesión, es necesario certificarlo y posteriormente, hacer una serie de estudios para poder establecer lo antes posible un plan de tratamiento que sea eficaz para reparar los daños.
Los estudios que suelen realizar los profesionales, son los siguientes (entre otros):
1- Investigación del edificio y su estructura: Inspección visual de los materiales utilizados para la construcción del edificio.
2- Difracción por rayos X: Permite conocer la estructura interna de la materia de forma detallada.
3- Ensayos con esclerómetro (martillo de rebote): Es un ensayo no destructivo que mide la dureza y la resistencia de una superficie.
4- Examinar el contenido en manchas de óxido de aluminio.
5- Prueba de la oxina: Determinar la cantidad de óxido de aluminio presente.
6- Identificación de sulfatos: Se utiliza el método del cloruro de bario.
¿Cómo acabamos con la aluminosis?
Si tras realizar estos estudios se verifica que es necesario establecer un tratamiento para mitigar la patología y reparar los daños, existen una serie de acciones básicas como, por ejemplo: efectuar refuerzos en la estructura, sanear las armaduras, reparar fisuras y grietas…, aunque lo más importante, es que se redacte un plan de acción a medida para casa caso.
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